El modelo Purdue para sistemas de control industrial se erige como un referente fundamental en la integración de la automatización y la seguridad en entornos industriales, estructurando un marco que distingue diversas capas funcionales. Desde la supervisión en el nivel más alto hasta el control físico en el nivel más bajo, cada capa cumple un papel crítico en la optimización de procesos y la protección de recursos.

Este modelo aboga por una arquitectura que facilita una comunicación fluida y eficiente entre los componentes del sistema, promoviendo así la continuidad operativa y la resiliencia frente a ciberamenazas. Al adoptar el modelo Purdue, las organizaciones no solo mejoran su operatividad, sino que también aseguran una alineación estratégica